22 December 2008

Llego la Navidad y....

las interminables fiestas familiares.

Cuando uno es soltero quiere ir a todas las fiestas. No hay nada mejor que comida y bebida gratis y conocer caras nuevas. Pero cuando uno tiene su propia familia que atender , las cosas cambian, las cosas son mas lentas. De vez en cuando uno organiza un 'bbq', una salida a un restaurante o al cine. Pero al llegar la navidad el ritmo de la vida vuelve a acelerar al empezar el ciclo de las interminables fiestas familiares con las mismas caras y las mismas conversaciones. Me pregunto si es obligatorio ir a 'todas' las fiestas familiares. Las fiestas siempre son interesantes, hay buena comida, bebida y situaciones amistosas, pero me pregunto si es obligación familiar hacer acto de presencia en toda actividad familiar. Muchas veces me siento obligado a asistir a fiestas familiares cuando en realidad prefiero quedarme tranquilo en mi casa. Así que a puse a prueba la primera fiesta de Navidad familiar, la cual se llevó a cabo este pasado domingo en casa de un primo. La fiesta empezaba como a las 3 o 4 pm, así que llamé como a las 5pm para decir que no podía ir porque me sentía 'un poco mal, creo que me está empezando un catarro'.
Mi primo recibió mi llamada y contesto:"A no te preocupes nos vemos el 24, no hay problema". Ok. Pensé. Ya salí de esta. Llamé. Me disculpé. Ahora déjame relajarme aquí, en mi casa, con mi familia y mis perros. Ya a las 5 y media sonaba el teléfono. Mi madre: "Por que no vienes, todos te están esperando, tu nunca vienes a las fiestas familiares. Dale ven que te estamos esperando." Le respondí, " No creo que vaya". "Ay chico porque tu eres así" sugirió mi querida madre. 5:45 pm, Mi hermana al teléfono: "Vienes o no vienes, tu prima de Orlando está aquí y quiere verte. Dale ven, si sales ahora mismo te esperamos. Yo dije: "No me esperen". Mi hermana me engancha en la cara. 7pm, Ya con unos traguitos en su voz, mi primo: "Me dejaste plantao' con la comida". Yo contesté :"Te llamé temprano. Mi primo: No te preocupe, esta bien, nos vemos el 24 en la próxima fiesta. "Ok" dije yo.
Aunque me quedé con cierto sentido de culpabilidad por no asistir a la primera fiesta familiar de estas Navidades me disfruté la cadena de llamadas y diálogos que surgieron a base de mi ausencia. A mis familiares les digo que los quiero mucho, y nos vemos en la próxima fiesta, como dijo mi primo. Todavía nos quedan el miércoles 24 en casa de mi madre, 25 en todas las casas a repartir regalos de Santa, el 31 en casa de otro primo, y el 6 de enero a repartir regalos de Reyes. No creo que me deba sentir culpable, es solo el comienzo...

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